Los jabones de potasio generalmente se componen de ácidos grasos en forma de sales de potasio derivadas de la descomposición de éster de glicerina más ácidos grasos de cadena media con hidróxido de potasio. Esto proporciona como subproducto glicerina, que es soluble en agua y actúa como un agente humectante de hojas.
El jabón de potasio es un producto orgánico que no afecta negativamente a nuestras plantas u otros organismos que no son dañinos para ellos, como algunos insectos utilizados en el control biológico de plagas o incluso nuestras abejas utilizadas para producir cannabis de abejas. En ningún caso es tóxico para las personas, pero tenga cuidado, es irritante por contacto con la piel porque es un producto altamente alcalino.
El jabón de potasio es un gran producto contra las plagas, porque su acción jabonosa ataca las membranas celulares de los tejidos externos de los insectos, afectando su permeabilidad externa e influyendo en su ciclo de vida.
Asimismo, el jabón de potasio predomina como un buen agente humectante para otros productos, es decir, gracias a ser un elemento que facilita la absorción de la humedad (actúa como un potenciador de la absorción), cuando se usa junto con otros fertilizantes, insecticidas o fungicidas en caso de estos son compatibles con un pH superior a 10.
El jabón de potasio facilita la absorción de la humedad, porque cuando pulverizamos las plantas, podemos ver que se forman gotitas en las hojas que cubren toda la superficie de la hoja; con un poco de jabón de potasio favorecemos la absorción de la humedad evitando el drenaje del líquido que pulverizamos.